Es una de las costumbres más conocidas en Reino Unido. Pero, ¿a qué hora se reúnen para tomar la infusión?, ¿con qué lo acompañan?, ¿cuál es el origen de esta tradición? Lo cuenta la revista Bon Viveur
No se sabe con exactitud cuándo se comenzó a tomar la infusión. El maestro Kiew Kit del Instituto Shaolin Wahnam Chi Kung explica en El Gran Libro de la Medicina China que la bebida comenzó a popularizarse en Asia con un carácter medicinal. Años más tarde, alrededor del 800 d.C, traspasó fronteras gracias al comercio y a las grandes caravanas, y llegó a Japón y a territorios que formaban parte de la cordillera del Himalaya.
Todo apunta a que fue Vasco de Gama quien llevó el té a Europa después de atravesar el Cabo de Buena Esperanza. Lo introdujo a través de Portugal y Holanda. No hay conclusiones certeras que determinen si es o no cierto, pero sí que se sabe es que se convirtió en un éxito social en el siglo XVII. Desde entonces el negocio no ha cesado y hoy en día continúa imparable.
Fue en la década de 1660 cuando lo popularizaron en Gran Bretaña -donde todos lo beben- el rey Carlos II y su esposa, la infanta portuguesa Catalina de Braganza, quien lo llevó a las islas británicas y lo puso de moda en la corte. Se convirtió en una bebida famosa asequible solo para las clases adineradas que podían hacer frente a los altos aranceles.
A mediados del siglo XIX su consumo creció y se hizo tradición la ceremonia que hoy conocemos como la hora del té, impulsada en Reino Unido por lady Anna María Stanhope, séptima duquesa de Bedford, en el año 1840. Ella siempre sentía hambre entre las cuatro y las cinco de la tarde, en una casa en la cual la cena se servía alrededor de las ocho de la noche. Un día se le ocurrió pedir una bandeja de té, pan, mantequilla y algún que otro pastel, y la merienda se convirtió en hábito. Comenzó a invitar a familiares y amigos a unirse al este ritual convirtiendo el momento en el evento social de moda. Durante el siglo XIX la clase alta británica vestía sus mejores galas para el esperado encuentro; más tarde esta tradición se extendió a otras clases sociales.
Con la Revolución Industrial la tradición no solo se generalizó, sino que cambió de hora y se fijó a las cinco de la tarde, para que el proletariado pudiera disfrutar de esta sofisticada práctica. Han pasado unos cuantos cientos de años desde que el té comenzara a formar parte del ADN de los ingleses, pero esta costumbre, más que caducar, se intensifica entre todo tipo de público y personas pertenecientes a cualquier clase social.
Términos y acompañantes. Cada salón, cada hotel y cada familia hace referencia a este placentero momento de muy diversas formas. Y es que, aunque el té comenzara a consumirse tradicionalmente a las cinco de la tarde, con el paso de los años fue tomando más protagonismo a lo largo del día, convirtiéndose en el mejor aliado para sobrellevar una intensa jornada laboral. Y de esta manera surgió una interesante terminología.
Ejemplos: Teatime se refiere al momento, independientemente de la hora, del consumo de esta bebida;
Early Morning Tea o Breakfast Tea es el té que despierta a primera hora, el que se puede tomar relajado en la cama antes de dar comienzo a la jornada; Afternoon Tea es el término que utilizan los ingleses cuando los ingleses hacen alusión al té de la tarde, mientras que Five o´clock Tea se refiere al horario adaptado a las necesidades de la clase trabajadora; por último, High Tea, el té que se bebe después de cenar.
La infusión se disfruta con los populares sándwiches de pepino, berro, fiambres, salmón ahumado o roastbeef, con los famosos scones untados con mermelada de frambuesa o fresa y clotted cream, crema que tiene su origen en el condado de Devon cuya textura está entre la nata y la mantequilla.
Fuente www.bonviveur.es