Liseth Gómez / @lisgomezzz
Cookies and Cream. pie de limón y marquesa de chocolate son los sabores con los que Camila Blanco, joven caraqueña de 20 años de edad, comenzó su emprendimiento
La pandemia del covid-19 ha transformado la vida de millones de personas en el mundo. Aunque para muchos ha sido devastador, otros se han reinventado y comenzado proyectos con los que tanto soñaron. Un ejemplo de ello es el caso de Camila Blanco, una joven caraqueña que con tan solo 20 años de edad acaba de lanzar al mercado tres exquisitos sabores de helados artesanales con su emprendimiento Blanco by Cami.
Desde hace tres años Camila esperaba el momento perfecto para emigrar. Las protestas del 2017, los apagones de 2019 y la crisis política y social de Venezuela se lo han impedido. Graduada de bachiller y atraída por la cocina, Blanco se formó en el Instituto Superior Mariano Moreno, en el Chef Campus Culinary Institute, en La Casserole Du Chef y se especializó en pastelería en el Grupo Académico Panadero Pastelero. “Todo se retrasaba y no quería viajar sin terminar mis estudios. El día del examen final compré mi pasaje para el 24 de marzo de 2020”, cuenta.
Después de cuatro meses de confinamiento, Blanco decidió emprender con una marca de tortas tres leches que luego cambió a tradicionales helados de teta con sabores como Nutella, limón, Oreo, pie de parchita, tres leches y Ricomalt.
A pesar de que el negocio iba creciendo, Camila no se sentía 100% identificada con el producto y fue entonces cuando modificó las fórmulas y creó nuevos sabores: Cookies and Cream, con helado de vainilla, sarrapia, trozos de galleta Oreo y sirope de chocolate; pie de limón, con trozos de galleta y de suspiros, y marquesa de chocolate, con chunks de galleta y sirope de chocolate Savoy. “En mi época de estudiante le agregaba sarrapia a todos mis postres. Siempre he sido fanática de ese ingrediente así que no podía dejarlo a un lado en mi emprendimiento”, dice.
Cremosos y crocantes, los helados de Camila vienen en presentaciones de 16 oz y en tinas de papel Kraft. “Quería un envase diferente y este tipo de cartón no se lo había visto a ninguna otra marca”, asegura la joven, quien bautizó su emprendimiento Blanco by Cami en honor a su familia y su apellido paterno.
En cuanto a la línea gráfica, la fotografía y el logo de Blanco –con hojas que representan frescura, naturaleza y el Ávila de su ciudad natal-, todo ha estado a cargo de la propia joven que antes de dedicarse a la cocina deseaba profesionalizarse en diseño gráfico.
“Blanco by Cami es un sueño, un proyecto que ha salido desde el corazón. Siempre quise tener un negocio propio, con mis sabores y mi personalidad, y me enorgullece que a los 20 años ya lo esté comenzando”, confiesa.
Entre los planes de Blanco by Cami está ampliar su catálogo con una línea de helados frutales con sabores como piña colada, parchita con coco y frutos rojos con albahaca. También espera el día en que finalmente pueda mudarse a Argentina. “Me queda mucho por ver, por experimentar. La idea es seguir creciendo y llevar esta marca a otros lugares”, concluye la pastelera, quien agradece a sus padres el apoyo incondicional y a quienes pasará la batuta de su emprendimiento en Venezuela una vez que logre su cometido.
Los helados artesanales Blanco By Cami cuentan con servicio delivery en toda la ciudad de Caracas y los pedidos se pueden realizar a través de la cuenta en IG @blancobycami