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La repostería impulsó la venta de Anís del Mono

La bebida espirituosa de insignia española aumentó sus ventas al por menor mientras disminuyó el índice de consumo de alcohol en el ámbito mundial

El licor español a base de anís, hierbas y azúcar, ícono de la cultura española con su botella en forma de diamante, que solía ser una bebida energética propiedad de Osborne, podría brindar en nombre de los reposteros de este país, a quienes debe el gran consumo que se le da para la elaboración de rosquillas, torrijas y pestiños, entre otros dulces tradicionales.

El licor espirituoso con el curioso primate en su etiqueta aumentó sus ventas en alrededor de 18%, mientras que los índices de consumo en bares y restaurantes han visto una caída de casi  43% en 2020, como consecuencia de los cierres y restricciones impuestas para controlar la pandemia, de acuerdo con datos del Ministerio de Agricultura y Alimentación de España.

El aumento de las ventas minoristas de este licor creado, de forma específica, con agua desmineralizada, alcohol de origen agrícola, azúcar de remolacha y el aceite esencial, que se compone principalmente de matalahúva y otras plantas aromáticas y digestivas, como el anís estrellado o el regaliz, se podría deber al auge que tuvo la repostería en casa durante el confinamiento, que incluso llegó a generar un disparo del consumo de harina, que se multiplicó prácticamente por cuatro, con un aumento de 170%, y que llegó a agotar su existencia en los supermercados durante el pasado mes de abril.

La bebida, para todos los gustos, dulce, seco, en crema o carajillo, que cuenta con múltiples ediciones especiales y que inspiró a artistas desde Juan Gris, Picasso y Dalí, hasta Rosalía, es favorita de los abuelos, se fabrica desde 1870 en Badalona y celebra su 150 aniversario este año.