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Los sabores poco convencionales reviven el interés por la pasta rellena

Ileana Matos @improductora

La combinación de ingredientes inusuales en la elaboración del relleno de esta preparación italiana, así como la adecuada sugerencia de las salsas que mejor la acompañan, ha dado muy buen resultado a Amelia’s Pastas Artesanales

Las pastas rellenas han dado muy buen resultado a Boris Planchart, responsable de Amelia’s Pastas Artesanales, emprendimiento que salió en julio al mercado con cuatro elaboraciones. Tres meses más tarde, ofrece siete y muy pronto incluirá la octava en la lista.

Planchart atribuye el éxito de su menú a los rellenos poco convencionales que dan sabor a sus pastas, producto de una interesante combinación de ingredientes. Sin embargo, reconoce, no pudo dejar por fuera un clásico: los agnolotti de ricotta con espinacas con salsa napole.

“Siempre hay quien los pide, pero las estrellas del menú son los cappelletti de queso provolone con tomates confitados y fondutta de ajoporro”, revela el cocinero, egresado de la escuela La Cacerole du Chef, a la que llegó seguro de que se dedicaría a la gastronomía italiana. Su formación la complementó en el restaurante Il Mulinazzo, que estuvo en las instalaciones de Yamín Gourmet, en Altamira.

“Allí trabajé bajo la dirección del chef italiano Nino Graziano, que cuando llegó a Caracas ya había sido reconocido con dos estrellas Michelin por la propuesta gastronómica que ofrecía en su restaurante de Sicilia, que tuvo el mismo nombre del que abrió en Caracas”, recuerda Planchart.

Las tres propuestas que complementan el menú habitual de la casa son los mezzelune de crema de auyama con mantequilla trufada; los casoncelli de queso de cabra, finas hierbas y peras caramelizadas en miel de abejas, acompañados con salsa de queso gorgonzola; y los cappelletti Fiori, de chistorra, que se sirven con una salsa de champiñones y queso parmesano.

¿Más? Sí, un menú Edición Especial que reúne, por ahora, culurgiones de tinta de calamar rellenos de crema de petit pois y ajos rostizados, y la pasta bautizada Rose Rosse, en forma de flor y rellena de parmesano y naranja. Su salsa combina crema de pistachos, reducción de vino tinto y praliné de avellanas.

“Se hizo para el evento Magia Rosa en tu mesa”, organizado a beneficio de la Fundación Seno por Otazu Venezuela, que distribuye en el país los vinos de la Bodega Navarra que recomendamos como armonía para las elaboraciones de Amelia’s Pastas Artesanales”, explica Planchart, antes de enumerarlos: Otazu Chardonnay, Otazu Merlot Rosado, Otazu Premium Cuvée e, de la línea Viceversa, el tinto y el blanco.

Las pastas de Amelia’s se comercializan en empaques de 450 gramos, cantidad suficiente para satisfacer a dos comensales y hasta a tres o cuatro si se utilizan como guarnición, asegura Daniela González, esposa de Planchart, a cargo de la imagen de la casa. “Cada una de nuestras pastas se identifican por el color de su etiqueta, que se repite en los frascos de 200 mililitros de capacidad en el que envasamos las salsas”, explica González. Añade que esa cantidad es suficiente “incluso para rebañar el pan”.

El Dato

Información y pedidos a través de las cuentas de Instagram @ameliapastasartesanales y @chefborisplanchart

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