Su restaurante estrella, Pujol, se vio muy afectado por los cierres, pero el cocinero asegura que 2020 le permitió agradecer a sus fieles comensales
La pandemia golpeó fuerte a la industria restaurantera; pero Enrique Olvera, además de ser uno de los chefs mexicanos más reconocidos en el mundo, también es un hombre con visión. Sus restaurantes han sufrido, sin duda, con los cierres, pero cada uno tiene su propia realidad.
Por ejemplo, su local Eno, que maneja un sistema de delivery porque su menú lo permite, sigue a flote. Pero no en todos es lo mismo, su restaurante insignia, Pujol, se cae por completo con los cierres. A pesar de ello han tenido tiempo de corregir algunos errores además de darle “muchísima gratitud a los comensales”, dice en una entrevista con www.animalgourmet.com
“Hay quien va para apoyar, ni siquiera para comer y eso no se nos va a olvidar nunca”, menciona el chef que hace una reflexión acerca de los tiempos difíciles por los que atraviesa la industria.
Hacer más con menos recursos, crear conexiones verdaderas con los comensales y cuidar y apoyar a los proveedores son aprendizajes que este maestro de la cocina se lleva. Ante sus ojos la crisis no termina pronto, “ya llegarán mejores momentos, la comida es algo que une a la gente y a finales de este año (2021) o a principios del otro tocaran mejores tiempos”.
Olvera llega a una conclusión cabal y sensata, digna de quien lleva años en la industria y la conoce en sus mejores y peores situaciones: “Abrir restaurantes para hacer dinero, eso se acabó”.
Hace hincapié en que es momento de racionar los pocos recursos que quedan para asegurar que los restaurantes sobrevivan a la pandemia; fija su esperanza en que cuando salgan de esta, saldrán más fuertes y vendrán tiempos mejores, pero sin duda, no será pronto.