Abrir una lata de conservas y tirar por el desagüe el líquido que tiene dentro es una práctica muy común. Sin embargo, existen muchas razones (culinarias y nutricionales) por las que esto no se debería hacer.
Al contrario de lo que muchos creen, lo normal es que la sustancia, el nombre correcto es líquido de cobertura, no lleve conservantes ni grasas añadidas, sino que esté compuesta por aceite de oliva o agua y sal solamente, ingredientes que se pueden aprovechar después. Tampoco se debería desechar el jugo de las conservas en tomate, en escabeche, al ajillo o al limón, ya que su uso para elaborar recetas y platos diferentes es muy amplio, de acuerdo con una resena del diario www.elmundo.es.
Protección natural. El líquido de cobertura sirve para proteger el alimento de agentes externos. Si no se termina todo el contenido de la lata una vez abierta, lo ideal es trasladar lo que no se coma junto a su jugo a otro recipiente y meterlo en la nevera. Si tiene su líquido, el producto durará un poco más y no se secará.
Hacer caldos naturales. Si el líquido de cobertura sólo contiene agua y sal, como en las conservas de almejas o moluscos, éste supone en sí mismo un caldo de pescado o marisco con un sabor intenso listo para tomar o para emplear en cualquier guiso o sopas de pescado (se añade agua, junto con el caldo de la conserva, para potenciar el sabor).
Pastas. La textura gelatinosa del líquido de cobertura de las almejas puede utilizarse para la cocción de diferentes alimentos, como por ejemplo las pastas (espaguetis al frutti di mare) o arroces.
Falsas mantequillas. El aceite de oliva que cubre las conservas de pescados como el atún permite la elaboración de falsas mantequillas. También, al estar ya aromatizado, se puede añadir a las ensaladas o finalizar el montaje de otros platos al que se le aporta un toque de sabor distinto.
Ensaladas. Para aliñar ensaladas diferentes con toques marinos es recomendable usar escabeches suaves y sabrosos como los que contienen los mejillones.
Cubitos de hielo. El líquido de cobertura se puede congelar fácilmente en las cubiteras de hielo que todo el mundo tiene en casa y sacarlo cuando más se necesiten para aderezar algún plato, como si se tratara de alguna pastilla de caldo.