Ileana Matos @improductora
Las mezza lunas con camarones y los ñoquis de papa son la novedad de Venuti’s Gourmet, pastificio artesanal de Antonieta Venuti que cumplirá en mayo su primer año. Y aunque la pasta rellena reina en la lista de productos, lo primero que ofreció la casa fueron sus trufas de bizcocho cubiertas con merey, maní, lluvia de chocolate, polvo de cacao, azúcar glass o chispas de colores.
¿La razón? El gusto de Venuti por los dulces. “En plena pandemia recordé los que elaboraba mi mamá, Bernarda, excelente cocinera con quien aprendí todos los secretos de la pasta”, explica la cocinera, antes de mencionar el de crema de castañas aderezada con vino, el de nueces con cáscaras de mandarina -ambos con forma de ravioli, fritos y cubiertos con azúcar glass o miel-, y las trufas.
“Con ellas aplaqué el antojo. Quedaron tan buenas que decidí ofrecerlas a través de @venutiscreativa, cuenta de Instagram mediante la cual doy a conocer productos y servicios que diseño y que nada tienen que ver con mi propuesta gastronómica”, agrega Venuti.
De larga data. La relación de la cocinera con la pasta comenzó a los 13 años de edad, después de que su papá, que llegó al país desde Avellino, pueblo cercano a Nápoles, convenciera a su madre, oriunda de la misma localidad, de que preparara las que hacía en casa para ofrecerlas a la clientela de su panadería, localizada en Las Acacias.
“Comencé a ayudar a mi mamá, pero confieso que odiaba hacerlo”, dice Venuti. “En ese momento la cocina no me despertaba el más mínimo interés”, agrega. Lo primero que ofrecieron fueron fusili y en vista del interés que despertaron, sobre todo entre la clientela italiana, incorporaron los orecchietti.
Los clientes animaron a Bernarda a utilizar sémola en la preparación, comenzaron las pruebas y la iniciativa dio sus frutos. “Cambiamos la mesa por una de madera, bastante más grande que la que teníamos, y nuestra cocina comenzó a llenarse de sacos de harina”, recuerda Venuti. Un tiempo después, en 1997, sus padres decidieron abrir un pequeño local, de 50 metros cuadrados, cerca de Los Ilustres. La oferta incluyó además pasta larga, salsas y encurtidos, y la clientela podía ver cómo trabajaban.
Tres años después el padre enfermó, la madre se responsabilizó de su cuidado y la hija se hizo cargo del local. “Tenía 23 años y en los pocos ratos libres estudiaba computación y las materias necesarias para revalidar el título de bachillerato, que cursé en Italia”.
Al final -agrega la cocinera- se cerró el local, ella se tituló en Mercadeo y trabajó dos años para empresas de telefonía antes de casarse y tomar la decisión de recuperar su independencia laboral.
Comenzó a diseñar y elaborar cajas decoradas con iconos de Caracas y le fue bien. En 2012 abrió una tienda pequeña en el centro comercial Vizcaya, en la que ofrecía sus diseños. Cinco años después, cuando nació su hija, lo dejó para atenderla y comenzó a estudiar orfebrería.n“Seguía interesada en el diseño y apenas comenzó la pandemia me inscribí en un curso on line. Una tarde apareció el antojo del dulce y con él nació Venutis Gourmet”.
La oferta. Antes que las mezza lunas, que Venuti recomienda saltear en sartén, con mantequilla, aceite de oliva y cebollín, y los ñoquis, que se cuecen en bastante menos tiempo que la pasta rellena y exigen poco más de tres minutos antes de subir a la superficie del agua en la que se hierven, abrieron la lista de productos el ravioli de ricota y espinaca, y los de carne, “los que más gustan a los italianos”.
La lista actual incluye además ricota y ajoporro, ricota y champiñones, ricota y tocineta, salsas napoli, boloñesa, pesto y atún, bases de crema de leche de champiñones y de tocineta, berenjenas en aceite de oliva y confitura de cebollas. ¿Postre? Solo trufas.
“Todas son elaboraciones caseras, con el sabor de mi mamá, encantada de que yo siga su legado, sin dejar y de repetirme ‘no te juntes con nadie’, consejo que pretendo seguir al pie de la letra excepto con Alexander Fagella, mi esposo y socio en esta aventura tan italiana”.
El Dato
Los pedidos deben hacer a través de @venutisgourmet, aunque los productos –las pastas se ofrecen congeladas, en envases de 500 gramos- pueden adquirirse en los siguientes puntos de venta: Supermarket, en la avenida Las Palmas, en el bodegón del Club Ítalo Venezolano, y en la pastelería Dulce Capricho, en Los Chaguaramos.