Liseth Gómez @lisgomezzz
Este plato laborioso conquistó la mesa pública hace alrededor de dos décadas y hoy es usual su presencia en menús de restaurantes de todo el país
De masa quebradiza y rico relleno este plato, que perdió popularidad por años, volvió con fuerza hace alrededor de dos décadas e incluso se incorporó a la mesa pública, en la que hasta entonces no destacaba, es una opción valorada para disfrutar los días de Semana Santa, ya sea en su presentación tradicional -la de cualquier pastel- o en su versión más moderna: redondita e individual.
Se dice que tuvo su origen en la Colonia y que aprovechó el vino, las aceitunas, las alcaparras, las pasas y las almendras, comunes en las mesas pudientes de la época, y que estaría inspirada en el polvorón, dulce español elaborado con harina, manteca y azúcar, que se deshace en polvo al comerlo, y en la galantina de pollo, guiso tradicional criollo.
La receta de la polvorosa de pollo, que había quedado rezagada con el paso de los años, fue rescatada por Armando Scannone, quien la incluyó en su libro Mi Cocina, a la Manera de Caracas. Es un plato muy laborioso. Su masa exige harina de trigo, grasa de cochino -que hay quienes la sustituyen por mantequilla- azúcar, huevos y sal, y el guiso, un sofrito que lleva cebolla, ajo, alcaparras, cebollín, ajoporro, pasas, aceitunas, papelón, orégano, laurel, tomillo, pimienta negra, comino, nuez moscada, clavos de olor y vino tinto, además de pimentón, tomate y ají picante.
“La polvorosa de pollo, así como los sancochos, son el resultado de una mezcla de aportes y son platos autóctonos, aun cuando no sean exclusivos”, escribe Scannone, en el sitio gastronomiaenvenezuela.com.